El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, se encuentra en una nueva disputa legal después de que un agente fiscal solicitara la revisión de sus medidas cautelares en el marco del proceso penal por supuesta comercialización ilegal de combustibles, conocido como el caso Triple A. La petición se basa en el incumplimiento de una de sus obligaciones: la presentación periódica ante la Fiscalía de Guayas.
Según el informe del fiscal, Alvarez no acudió a su cita del 1 de septiembre, una falta que, de acuerdo con el Código Orgánico Integral Penal, podría llevar a la prisión preventiva. El alcalde, quien además lleva un grillete electrónico, ha reaccionado con vehemencia a través de sus redes sociales, calificando a la Fiscalía como la institución «más chistosa y perseguidora de la historia».
Alvarez: «Si quieren, voy preso»
En un tono desafiante, el primer edil guayaquileño aseguró que su inasistencia estaba plenamente justificada ante el Tribunal que lleva el caso. «Pero ya si quieren, voy preso. Perseguidores y odiadores», escribió en su cuenta de X.
El alcalde explicó que ese día se encontraba en Quito atendiendo una invitación oficial de la canciller Gabriela Sommerfeld. El objetivo era tratar temas de seguridad nacional en el contexto de la próxima visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.
Este nuevo episodio legal se da a pocos meses de la audiencia de juicio del caso Triple A, que ha sido convocada para enero de 2026, fecha en la que se espera que se defina la situación jurídica del alcalde. La tensión entre el poder judicial y la autoridad municipal continúa en aumento, dejando un panorama incierto sobre el futuro del proceso.