Conmoción y dolor vive la provincia de El Oro tras el trágico asesinato de Jinsoph Fernando Tinoco Guaicha, un joven de 20 años que jugaba como arquero en las divisiones juveniles del Orense Sporting Club. Su cuerpo fue encontrado sin vida en el estero Huaylá, en Puerto Bolívar, un crimen que ha dejado un profundo impacto en la comunidad deportiva y pesquera de la región.

Según sus familiares, Tinoco combinaba su pasión por el fútbol con la pesca artesanal para ayudar a su familia. El pasado 15 de septiembre, mientras realizaba sus labores de pesca, fue interceptado por sujetos armados que lo obligaron a subir a una embarcación. Tras no tener noticias de él, su familia reportó su desaparición ese mismo día.

El trágico hallazgo ocurrió el martes 16 de septiembre. Habitantes del sector del estero Bravito, en el cantón Santa Rosa, alertaron al ECU 911 sobre la presencia de restos humanos. Miembros de la Marina confirmaron la peor noticia: se trataba del cuerpo de Tinoco, que había sido decapitado y abandonado en una zona de difícil acceso. Su identidad fue confirmada por sus familiares en el muelle de Puerto Bolívar, y el cuerpo fue trasladado al Centro Forense de Machala para las diligencias correspondientes.

Jinsoph Tinoco, que también había militado en el club Libertad FC, era recordado como un joven disciplinado, alegre y comprometido. Su muerte ha avivado el clamor por mayor seguridad en las costas de la provincia, donde las actividades ilícitas de grupos delictivos organizados, como el narcotráfico y la pesca ilegal, han generado un clima de violencia que amenaza a la población.

Las autoridades, incluyendo la Policía Nacional y la Fiscalía, han iniciado una investigación. Si bien no se han reportado detenidos hasta el momento, las primeras hipótesis apuntan a la participación de estos grupos criminales que utilizan los esteros como rutas para sus operaciones.

La noticia ha cobrado un tinte aún más sombrío a la luz de una publicación que Tinoco hizo en su cuenta de TikTok días antes de su muerte. En ella, escribió un mensaje que hoy parece premonitorio: “Sé que en algún momento me va a llegar a pasar algo, por eso disfruto cada momento como si fuera el último y solo dejo en Dios”.

La comunidad exige justicia para el joven arquero, cuyos sueños y vida fueron truncados de forma brutal, y pide a las autoridades acciones contundentes para frenar la violencia que golpea a las zonas costeras de El Oro.

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